Por José C. Novas.
Para los que reclaman que Trujillo era patriota, dedico esta lectura. He oído decir que el dictador Trujillo era “un patriota”, incluso frente a mi lo ha manifestado gente que dicen tener cierto nivel de formación académica, tengo un amigo que dice que Trujillo era trujillista solamente, y eso tiene mas sentido. A mi juicio los que creen que Trujillo valoraba lo nuestro saben muy poco sobre el comportamiento de ese recio gobernante.
Algunos justifican sus pareceres basados en la actitud asumida por Trujillo contra los inmigrantes haitianos en 1937 y coronan lo que plentean en el supuesto pago de la deuda pública de la nación y digo supuesto pago, porque el país siempre ha acudido al crédito y siempre ha tenido deudas.
Demás está señalar que Trujillo subió al escenario militar, al ruedo político y al plano social en base a los servicios que prestó a favor de los invasores durante el período de ocupación de 1916 a 1924. Pero eso no es todo, los hechos demuestran que el dictador en su conducta no valoraba mucho el talento interno y que sobrepasó con creces la reputación que la tradición le atribuye al cacique aborigen Guacanagarix. Todo lo relacionado al extranjero o provenia de el, para Trujillo tenía prioridad sobre lo criollo, excepto cuando se trataba de los inmigrantes haitianos o con la negritud, esa familia completa era racista.
Veamos algunas razones que reafirman lo planteado anteriormente.
Una vez juramentado Trujillo como presidente de la República en 1930, dentro del programa de reconstrucción de la capital, la cual fue devastada por el ciclón San Zenón, fue construido un segmento de calle que iba desde el puerto de Santo Domingo hasta la calle 19 de Marzo y a sugerencia de Trujillo fue bautizado avenida “US Marine Corp”, la designación respondía al agradecimiento del gobernante a la institución que lo ingresó a la Guardia Nacional en 1918.
Dos años más tarde, o sea en 1932 fue creada la Escuela Militar de Aviación y construido un aeródromo al que le fue designado el nombre de “Aeródromo Lindbergh” en honor al piloto norteamericano que realizó el primer viaje transatlantico y el intercontinental por los países de américa latina. En 1933 fue construido un boulevard que recorría la costa Sur de lo que es hoy la ciudad de Santo Domingo y fue nombrada avenida George Washington, en honor al prócer de la independencia de Estados Unidos, lo cual aún permanece.
Para esa primera etapa de la dictadura fue edificado un hospital en la capital que fue nombrado hospital “Dr. Johnny Marino”, la distinción era para honrar al médico francés que dio atenciones de salud a sus familiares y de igual modo en 1938 cuando se terminó la construcción de otro hospital de la capital, Trujillo sugirió que lo bautizaran con el nombre del Dr. George Marión, otro médico traído al país desde Francia para tratar una grave enfermedad que padecía el dictador.
En 1942 fue levantada una estructura hospitalaria para albergar enfermos de tuberculosis y fue conocido como “El Sanatorio”, el cual a partir de 1966 el fue cerrado, y el edificio le sirvió de local a la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, a ese hospital o sanatorio lo nombraron “Dr. Joaquín Martos”, un médico cubano especializado en tisiología que se había establecido en el país. En 1944 con motivo del primer centenario de la independencia fue construido el primer aeropuerto comercial de Ciudad Trujillo, en la ocasión el jefe sugirió que la nueva terminal se llamara “Aeropuerto General Andrews” en honor a uno de los comandantes durante la ocupación, por que el dictador sentía gran admiración.
En 1959 fue construido dentro del recinto de la Aviación Militar Dominicana en San Isidro un hospital militar para los servicios de salud de los miembros de la aviación y otros cuerpos armados, la estructura fue nombrada a sugerencia del dictador “hospital Dr. Miguel Brioso Bustillos”, como un reconocimiento a la memoria de un medico cubano que curó a Trujillo de una mortal enfermedad cuando sólo contaba siete años de edad.
La tradicion local dice que, durante los primeros días de la colonia, el cacique Guacanagarix hizo todo lo que pudo para que los europeos que llegaron a la isla se sintieran a gusto, pero si evaluamos el comportamiento de Trujillo, y se hace una comparación con la conducta del cacique, notamos que Trujillo lo superó en grande en su actitud hacia los de afuera, en comparación a su valoración hacia los nativos de la isla.