Murales de Diego Rivera en museo de NY. (1)
Por Jesús Méndez Jiminián
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“Sin la vida, el arte no existe.”
Augusto Rodin (1840-1917)
Actualmente, y hasta buena parte del mes de marzo de éste año, 2012, el Museo del Arte Moderno (MOMA) de Nueva York, exhibe una serie de murales y algunas otras obras del destacado muralista mexicano Diego María de la Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de la Rivera y Barrientos Acosta y Rodríguez, mejor conocido en el mundo de las artes como Diego Rivera (Guanajuato, 8 de diciembre 1886 – Ciudad de México, 24 de noviembre, 1957).
Diego Rivera nació en el seno de una familia de judíos conversos, es decir, judíos convertidos al catolicismo, que cuando contaba con 10 años de edad se trasladó desde su natal Guanajuato a la capital mexicana, donde obtuvo una beca del gobierno para ingresar en la Academia de Bellas Artes de San Carlos; allí conoció al célebre paisajista José María Velasco. En 1907, a los 21 años, Rivera recibe una ayuda del gobernador de Veracruz, Teodoro A. Dehesa Méndez, que le permite viajar a España a realizar estudios de las obras de renombrados pintores como El Greco, Goya y Brueghel, ingresando al taller de Eduardo Chicharro, en Madrid. A partir de aquí, el joven pintor alternaría su residencia entre la capital española, México y Francia hasta 1916. Pero además, viaja por Bélgica, Holanda e Inglaterra e Italia.
Durante su estancia en París, Rivera logra hacer amistad, en las célebres reuniones de los artistas de Montparnasse, con destacados intelectuales y colegas suyos de la talla de Pablo Ruíz Picasso, Alfonso Reyes, Ramón María del Valle-Inclán, la pintora rusa Angelina Petrovna Belova, mejor conocida como Angelina Beloff, que más tarde se convertiría en su esposa, y otros impulsores del cubismo en la pintura.
En la década de 1920, cuando Álvaro Obregón preside el gobierno mexicano y, actúa como secretario de educación José Vasconcelos, Rivera logra participar en la capital mexicana en una gran campaña de murales emprendida por el señor Vasconcelos, y a la que se suman otros grandes pintores y muralistas mexicanos como José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Rufino Tamayo, y el famoso muralista francés Jean Charlot.
Diego Rivera empieza a ganar fama y prestigio por estos años. Germina en él un gran liderazgo como muralista, y a la vez, comienza un intenso activismo político-militante en el seno del Partido Comunista Mexicano, donde su laborantismo le llevó a ser el centro de muchas polémicas públicas, algunas muy controvertidas por cierto, como por ejemplo cuando aparecieron en un mural suyo, que se exhibía en el Hotel del Prado en la Ciudad de México, las palabras “Dios no existe”, que el pintor en principio se negaba a borrar, pese a los pedidos de muchos amigos suyos. Rivera militó en el Partido Comunista desde 1923 a 1930 y tras ser expulsado, volvió en 1954 hasta su muerte. Comenzó por este tiempo los murales del Palacio de Cortes en Cuernavaca y de la Escuela Nacional de Agricultura en Chapingo, así como los del Palacio Nacional de Ciudad de México. Se casó en estos años con Guadalupe Marín, una indígena mexicana de piel morena y muy hermosa, con la que tuvo dos hijas: Lupe y Ruth.
“Hacia 1927, Rivera fue invitado a los festejos de los primeros diez años de la Revolución de Octubre en la Unión Soviética, por lo que parte hacia… Moscú. Tras su divorcio con Guadalupe Marín en 1928, contrajo terceras nupcias con la pintora Frida Khalo en el año 1929 (…) Hacia 1930, fue invitado a los Estados Unidos para la realización de diversas obras (de las que luego comentaremos algunas de ellas, n. de j.m.j.), donde su temática comunista desataría importantes contradicciones, criticas y fricciones con los propietarios, el gobierno y la prensa estadunidense”.
Uno de los sucesos más controvertidos en el que Diego Rivera se vio envuelto en suelo norteamericano, ocurrió en 1933, en la ciudad de Nueva York. Rivera había sido invitado allí por dos amigos suyos, norteamericanos, a los que había conocido y tratado en Moscú durante las celebraciones de la Revolución rusa. ¿Quiénes era estos amigos? Pues, nada más y nada menos que Alfred H. Barr Jr. y Jere Abbott, que poco tiempo después se convertirían en el primer director y subdirector, respectivamente, del Museo de Arte Moderno (Moma) de Nueva York. Tanto Barr como Abbott le presentaron a Rivera al industrial estadunidense John D. Rockefeller Jr., quien a su vez contrató al gran muralista mexicano para pintar un mural en el lobby del famoso edificio hoy conocido como Rockefeller Center de esa ciudad. Rivera diseñó para la ocasión el mural denominado “El hombre en una encrucijada”, al que cuando estaba a punto de terminar le incluyó un retrato del líder comunista ruso Vladimir Lenin. La controversia que esto provocó fue mayúscula y estridente en todos medios neoyorquinos. “Rockefeller, vio el retrato como un insulto personal y mandó a cubrir el mural y más tarde ordenó que fuera destruido. Rivera poco después regresó a México en 1934, donde pintó el mismo mural… en el tercer piso del Palacio de Bellas Artes de México”. Allí tuve la oportunidad de verlo en noviembre de 1999 cuando visite, por segunda ocasión, la capital mexicana.
“Desde finales de la década de 1930 (Rivera, n.de j.m.j.) se dedicó a la pintura paisajista y retratos. Desmalló en sus últimas pinturas un estilo indigenista y social de gran atractivo popular. Su más ambicioso y gigantesco proyecto, un mural épico para el Palacio Nacional, quedó inconcluso a su muerte, acaecida en la Ciudad de México el 25 de noviembre de 1957”.
Diego Rivera solicitó y obtuvo del entonces presidente de México Lázaro Cárdenas del Rio, en 1936, el asilo político del célebre disidente ruso León Trotsky en ese país, que se concretó al año siguiente cuando fue recibido por la pareja Rivera-Khalo, en la Casa Azul, hoy Museo Frida Khalo, en Coyoacán, Ciudad de México. Rivera se distanció pocos años después de Trotsky, e incluso se divorció de la pintora Khalo, en 1940, volviéndose a casar con ella a finales de ese año tras ambos rencontrarse en Norteamérica.
“Hacia 1946, (Diego Rivera, n. de j.m.j) pintó una de sus obras más importantes, “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”, en el… Hotel del Prado de la Ciudad de México…”
En 1950 ilustró “Canto General” de Pablo Neruda y ganó el Premio Nacional de Ciencias y Artes de México. En 1952 realizó el mural denominado “La Universidad, la familia mexicana, la paz y la juventud deportista” del Estadio Olímpico Universitario (UNAM), en la Ciudad de México y, en 1955, ante la muerte de Frida Khalo en junio del año anterior (1954), se casó con Emma Hurtado y viajó a la Unión Soviética para ser intervenido quirúrgicamente. Falleció el 24 de noviembre de 1957 en San Ángel, Ciudad de México en su casa estudio, actualmente conocida como Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Khalo y sus restos fueron colocados en la Rotonda de las Personas Ilustres, contraviniendo su última voluntad. En el mural que se encuentra en el Palacio de Gobierno, Diego Rivera pinta a sus esposas y amigos. Lupe María (su segunda esposa, n. de j. m.j.) se encuentra pintada a un lado de Frida Khalo…
En 1953 el muralista Diego Rivera creó una de sus más grandes obras, se encuentra en el Teatro de los Insurgentes en la Ciudad de México, dicha obra tiene un gran significado histórico, cada una de las imágenes representan parte de la historia de México. El mural esta hecho de teselas de vidrio esmaltadas sobre placas (mosaicos de estilo veneciano, n. de j.m.j.)”, que fueron colocados por el maestro Luigi Schodeller. Continuará
El autor es ingeniero, escritor, miembro de la Academia Dominicana de la Historia y de la “Cátedra José Martí” de la UASD.