Aprender con la Historia

Las sorpresas de la historia dominicana.

Las sorpresas de la historia dominicana.

Por Jose C. Novas.

La historia dominicana es rica en episodios sorprendentes, en ella han ocurrido hechos que superan lo increíble y están por encima de las fábulas de la antigua Grecia. Aunque ahora parezca un chiste, la presente cronica trata de un personaje real de nuestras luchas pasadas y que aparece como parte de las crónicas contenidas en la obra Notas Autobiográficas y Apuntes Históricos del General Gregorio Luperón. Nos referimos al general Yo Pere, quizás la figura más pintoresca de las surgidas en el fragor de la guerra de la Restauración y en las luchas posteriores en suelo dominicano.

Para aquellos días el título de general no se adquiría a través de un escalafón dentro de los cuerpos armados, y si era determinado por las muestras de valor, las acciones en combates o por simple liderazgo de un hombre sobre grupo de sus conciudadanos. Y usted se preguntará: ¿cómo surge el nombre Yo Pere? Su origen podría parecer una fábula, pero así es como aparece en el índice de contenido en la obra “Notas Autobiográficas y Apuntes Históricos” del general Gregorio Luperón, de hecho, ese era su verdadero nombre y con el pasó a la historia. Yo Pere fue un soldado destacado en las luchas al lado del prócer Luperón, y ciertamente alcanzó el grado de general en las fuerzas restauradoras contra España entre 1861 y 1863.

Pero ¿cómo es que nace aquel nombre? La anécdota podría lucir graciosa, pero se la cuento de la misma forma que la encontré durante mis investigaciones sobre el conflicto que devolvió la soberanía a la nación dominicana. Resulta que el general Yo Pere no nació en nuestro país, llegó con su familia cuando era un niño desde Estados Unidos como parte del proyecto de colonización de los negros libertos, que se establecieron en el área de Samaná en 1854, bajo la iniciativa que auspició el general norteamericano William Cazneau.

Sus padres eran originarios de la zona de Nueva Orleans, en la costa sur de Norteamérica y, al establecerse en tierra dominicana, el niño que de adulto sería Yo Pere tenía más o menos doce años de edad. Siendo adolescente y en su entorno familiar, como era lógico, hablaba en el idioma inglés, que era la lengua de sus padres, razón por la que cuando decidió enlistarse a las fuerzas rebeldes a combatir la anexión a España en 1861, su español todavía era limitado y con un notable acento extranjero.

Los relatos refieren que cuando Yo Pere se unió a las filas rebeldes contra la anexión, los comandantes le preguntaron ¿Cuál era su nombre? y que éste por su limitado español no se hacía entender, y allí determinaron que era muy difícil pronunciar en castellano su apellido real, por esa razón le aconsejaron que en lo adelante usara el apellido Pérez y cada vez que alguien le dirigía la palabra o le preguntaba algo al joven soldado ¿Usted, cómo se llama?, ¿Yo?…. repetía el guerrillero. !Si, Usted!.. la respuesta era siempre: Yo….Pere…. y así se quedó, fue conocido y pasó a los anales de la historia dominicana. El general Yo Pere fue parte de un período de convulsiones. Murió de la forma que vivió: violentamente. Su final fue trágico, pues él y su caballo cayeron acribillados en medio de una balacera en junio de 1881, en la loma de El Cabao, en un combate frente a las tropas que dirigía el general Cesáreo Guillermo, en tiempos del presidente Meriño. En aquel combate también resultó herido en la nuca el general Ulises Heureaux, pero éste sobrevivió las heridas, razón por la que se espació la leyenda una toda la geografía nacional en el sentido de que a Lilís lo protegía un brujo, que estaba “untao” o que poseía un resguardo hecho por la hechicería .


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