Freno a los promotores de la ignorancia.
Por José C. Novas.
Sobre la historia de un país, todo acontecimiento tiene su nivel de importancia, cada uno debe ser resaltado y expuesto en su verdadera magnitud a las distintas generaciones para que su efecto se transforme en factor de beneficio colectivo. Restarle valor a un hecho para atribuírselo a otro constituye la base de la distorsión a la que ha sido sometido el relato del pasado.
Lo antes dicho tiene su motivo en declaraciones vertidas recientemente por personalidades “notables” y que aparecieron en los medios dominicanos a raíz de la conmemoración del aniversario de la guerra de Abril de 1965. Hubo los que aseguraron que aquel estallido en su importancia histórica era comparable a las luchas por la Independencia y de la Restauración, otros alegaron que fue el hecho de mayor importancia en el territorio dominicano durante el siglo XX.
Al parecer, los que se esfuerzan por restarle méritos a la lucha nacionalista contra la ocupación de 1916 lo hacen con éxito y por lo que se ve, mientras mas nos acercarnos al centenario del día que marca la llegada de las primeras tropas (ocurrido el 4 de Mayo de 1916), poco o casi nada se ha hecho para conmemorar la fecha, que a no dudarse marcó la sociedad dominicana.
Da la impresión que todo esto responde a un plan, y aunque los expertos en historia saben casi toda la verdad, no se manifiestan para desmentir públicamente a los que plantean tesis como las anteriores. Pero ello no se queda ahí, hay en el país instituciones llamadas a velar por el legado histórico de la nación y desde allí tampoco se establecen los parámetros para desmentir a los que erran.
No hay forma de comparar los eventos de la guerra de Abril de 1965, con lo que pasó en ocho años de ocupación militar norteamericana de 1916 a 1924. Tampoco existe paralelo entre el espacio territorial ocupado en ciudad nueva durante los cuatro meses de permanencia del conflicto, ello no compara con la resistencia patriótica a nivel nacional llevada a cabo en los ocho años de dominio militar impuesto por Estados Unidos en todo el país.
Hay que ser cuidadosos al hacer comparaciones sobre la importancia de los hechos del pasado, las actuales generaciones no necesitan más confusión de la que hasta ahora tienen, ese debe ser el propósito de todos, incluso las instituciones pertinentes y los ciudadanos sensatos, basta ya de distorsiones, así no avanzamos.