Según refirió Isidoro Novas, estando en un mercado haitiano, se le acercó una persona desconocida y les dijo en su dialecto, que ambos hablaban: “Mataron al Presidente de tu país, allá hay una revolución”, la información los hizo regresar a sus monturas para volver apresurados a su natal Hato Nuevo o Arroyo Blanco. Otra historia fascinante que contaba era la referente al desarme durante la ocupacion de 1916, dice que en los campos, para evitar ser despojado, decidieron enterrar las pertenencias, todo lo que tenia valor fue metido en botijas y sepultado, incluso las armas.
Sobre las inundaciones del lago Enriquillo decía Isidoro Novas que desde que él tenia uso de razón, la orilla de la laguna se inundaba en tiempos de lluvias y se reducia durante la sequía, ello que quiere decir, que estando la zona bajo el nivel del mar, las aguas de los ríos, arroyos y manantiales se acumulaban y permanecían en el lago por largos periodos. También contó el viejo que durante temporadas largas de sequía, el lago se evaporaba en casi su totalidad, y que gentes y animales cruzaban de una orilla a la otra o entraban y salían sin tropiezos a la isla cabritos.
Esa es la razón por la que en la isla Cabrito aun existe una variedad de animales al parecer domésticos, en condición de cimarrones, era que al crecer el lago, algunos quedaban atrapados en la isla y se reproducían sin que nadie los señalara como suyos. Sobre los factores que ahora motivan las crecidas del lago Enriquillo se manejan varias teorías, unas con verdadero sabor a fantasía; yo sostengo que el motivo se debe a la acumilación de aguas que vierte el río Yaque del Sur, al que a su vez van los desagües de dos presas, una en Azua y otra en San Juan de la Maguana.
Se sabe que partir de 1955 cuando el dictador Trujillo, propietario del ingenio de Barahona, ordenó construir un dique en el municipio de Mena, en la zona de Tamayo, esa estructura se hizo para regular las aguas del Yaque del Sur y usarlas en el cultivo de caña de azúcar, agricultura y ganadería; dicho muro artificial desviaba parte del cauce del Yaque del Sur hacia el mar en la costa de Barahona, a consecuencia de esto el lago Enriquillo mantuvo por décadas un nivel estable en sus aguas, pero ello varió en los años noventas, debido al deterioro del dique de Mena, que cedió con el paso de las tormentas Olga y Noel, su estructura no fue reparada y el lago Enriquillo siguio creciendo e inundado terrenos que llevaban tiempo dedicados al cultivo o la crianza de animales.