Hace poco mas de 200 años, los pueblos de América fueron embiriagados por un influjo de las ideas emancipadoras, esa tendencia tuvo como punto de partida la separación de las trece colonias inglesas en norte América, acto de rebeldía que proclamo la independencia de Estados Unidos como nación libre en 1776. Este acontecimiento fue seguido por otros históricamente sobresalientes, como el estallido de la Revolución Francesa y la declaración universal de los derechos humanos en 1789, la rebelión de los esclavos negros en la colonia francesa de Saint Domingue en 1793, la abolición definitiva de la esclavitud en la isla de Santo Domingo, la proclama de independencia de República de Haiti y el surgimiento del primer país del mundo conformado por antiguos esclavos de raza africana en 1804.De esa corriente reivindicadora emanaron otros pronunciamientos entre los que citamos el de Miguel Hidalgo en México, Francisco Morazán en Honduras, Simón Bolívar y Francisco Miranda en Venezuela, José de San Martín en Argentina, Antonio Sucre, José Artigas, Bernardo O’higgins en el cono sur; los sentimientos liberales se propagaron a través del continente, al tiempo que en la parte Este de la isla de Santo Domingo, o sea la colonia española, se producían eventos similares, aun antes de nacer Juan Pablo Duarte. El primero quedo sellado en la proclamación de Malpaso en 1808, en lo es hoy la ciudad de Jimaní, eran los tiempos de Fernando VII en España. Aquel estallido tuvo su liderazgo en Hubert Franco, Ciriaco Ramirez y Manuel Jimenes, acción que intentaba proclamar la República, iniciativa aplastada por las tropas de Juan Sánchez Ramirez, que tenia un proyecto distinto al del grupo de Malpaso, fue este el primer conato libertador que registra la historia dominicana.
Hubo otros intentos, como el conocido como Independecia Efímera, que fue el proyecto iniciado por Jose Nuñez de Cáceres, hasta que surge la figura de Juan Pablo Duarte Diez, para erigirse en el ideólogo del proyecto de nación, sueño vive aun, a pesar de que en su trayecto no ha pasado de ser una utopía. Juan Pablo Duarte nació en la ciudad de Santo Domingo el 26 de Enero de 1813 en el seno de una familia acomodada, de sus padres aprendió la practica de los valores morales, el respeto a los demás y amor a la tierra que le vio nacer; era costumbre de la época educar los jóvenes en las lecturas por medio de tutores privados, sus padres por su condición de comerciantes, tuvieron la capacidad económica para asignarle un maestro. Desde la perspectiva de hoy, cabe destacar que fue durante la juventud que Juan Pablo Duarte desarrollo su obra patriótica, en momentos que el territorio que corresponde hoy a la nación dominicana, era dominado por la autoridad haitiana, a la cual imponía cultura, religión y otros hábitos; ambos pueblos, aun cuando tenían elementos comunes en su historia y población, primaba en los haitianos aspectos disímiles a los dominicanos y un lenguaje totalmente distinto.
En 1822 cuando tomo control la ocupación haitiana del lado Este de la isla, el gobierno de Haiti luchaba para evitar el el colapso de su independencia y el regreso al colonialismo. Para eliminar el riesgo de perder la libertad ganada a sangre y fuego, negociaron con Francia la soberanía del país, el gobierno de Jean Pierre Boyer acepto pagar una indemnización a cambio de ser libres y para adquirir recursos entro en convenios con sectores de poder en Estados Unidos, y permitió a cambio el asentamiento en la isla de miles de negros libertos norteamericanos que deambulaban por las ciudades norteamericanas y eran vistos como una especie de estorbo social, bajo esta iniciativa, mas de 10 mil almas fueron llevadas a la isla unificada y asentadas en distintos puntos por orden del presidente Boyer. Duarte habia cumplido nueve años cuando los haitianos tomaron control de la isla y fue testigo de los hechos ocurridos en la capital de la colonia con la complicidad de los sectores dominantes y grupos conservadores.
Los conflictos surgidos a consecuencia de la ocupación haitiana preocupó los padres del joven Juan Pablo Duarte y decidieron enviarlo al exterior para que adquiriera conocimientos en ciencias políticas y asuntos públicos, a la larga lo aprendido durante ese viaje le sirvieron Duarte para germinar la idea separatista, así nace la iniciativa de crear la agrupación política conocida como La Trinitaria en 1838. Ese movimiento clandestino fue integrado en su mayoría por jóvenes y en grupos de tres, que operaba con hermetismo parecido siguen las logias masónicas, para evitar su desintegración en caso de ser descubiertos por las autoridades.
Se ha planteado que fue en 1828, a la edad aproximada de quince años, cuando Duarte emprendió el viaje hacia el exterior junto a un íntimo de sus padres llamado Pablo Pujols, de ese peregrinaje se afirma, que estuvo en Estados Unidos, Inglaterra, Francia e Italia, donde adquirió conocimientos en diversas áreas, luego se radico en España en la ciudad de Barcelona con ayuda de unos parientes. Poco se sabe sobre los días de Duarte y su estadía en Barcelona, pero relatos en ese sentido afirman que dedicaba parte del tiempo a observar sesiones parlamentarias y ello constituyó la base de su formación política y convicción patriótica.
Se ignora la exactitud de la fecha del regreso a la ciudad de Santo Domingo, algunos la sitúan en 1833, porque reaparece incorporado al negocio de sus padres ese año; en esta época Juan Pablo Duarte inicia una intensa vida social ligada a los sectores dominantes en la antigua colonia española. El gobierno haitiano mantenía control del poder político, ejercía la autoridad y la isla lucia unificada, aun así, actuaban en contra de los haitianos, las diferencias fundamentales que caracteriza ambos pueblos; eran circunstancias ligadas a iniciativas del sistema colonial, derivadas del Tratado de Aranjuez entre España y Francia en 1777, mediante el cual dividieron la isla en dos colonias . Las desigualdades entre haitianos y dominicanos lastimaron la autoridad del gobierno invasor, principalmente las diferencias idiomáticas, ciertos aspectos religiosos, la conformación racial en uno y otro pueblo, que en el caso de Haiti, por la forma que culmino el sistema esclavista con la emancipación, los europeos y sus descendientes guardaban proporción menor que la población negra y mulata, y estas juntas constituían la inmensa mayoría en la colonia francesa, en cambio la parte española de la isla, el arcoiris racial era mas diverso.Existen aspectos en la personalidad de Juan Pablo Duarte que debemos destacar, para que la verdad histórica prevalezca como fortaleza de su ideal. Hay que subrayar que sus mayores aportes a la lucha liberadora se produjeron entre las edades de 25 y 30 años, y en contraste con esto, la imagen o retrato que se tiene del patricio raya en la fantasía, cada vez que un dominicano se le habla de Duarte, llega a su mente la figura de un hombre de avanzada edad, cubierto de canas y con la piel arrugada, cuando la verdadera estirpe de Juan Pablo Duarte debe ser la de un joven robusto, radiante, vigoroso, luchador, perseverante, talentoso, arriesgado, religioso y determinado, porque no pasaba de 30 años cuando alcanzo la gloria. Estamos a tiempo para revertir esa fabula y corregir la que sobre Juan Pablo Duarte se ha vertido, se impone retomar la antorcha que una vez encendiera patricio con su llama luminosa.
Dentro del movimiento trinitario con Duarte a la cabeza primaba la clandestinidad, asi operaron por varios años, la lucha emprendida era secreta y por su naturaleza y propósito, puede considerarse como el primer partido político de la historia la dominicana. Esta agrupacion patriotica fue creada en 1838 y se nutrió al inicio con los amigos de Duarte así, entraron los iniciadores Juan Isidro Pérez, Pedro Alejandrino Pina, Felipe Alfau, Benito González, Félix María Ruíz, Juan Nepumoceno Ravelo, Jacinto de la Concha y Jose María Serra; fue estructurada en grupos de tres, de ahí su nombre. Pronto se sumaron otros, entre los que figuran Ramón Matías Mella y Francisco del Rosario Sánchez, y cabe destacar que hubo un numero considerable de mujeres dentro el movimiento conspirador.Fue la intuición de Juan Pablo Duarte y su perseverancia las que sembraron la llama de los propósitos libertarios, de su genio además surge la sociedad La Filantrópica en 1840, con el propósito de darle un giro a la lucha y ponerla fuera de la clandestinidad para evadir persecusiones, con esta idea los Trinitarios actuaban escudados a través de las artes, la cultura y el teatro; La Filantrópica jugo un papel fundamental en la difusión del ideario separatista. Otra de sus tacticas fue ingresar al ejercito haitiano y participar en el movimiento La Reforma, que genero un impacto político desestabilizador de los estamentos del gobierno haitiano en 1843 y cuyas acciones favorecieron el estallido del 27 de Febrero de 1844 en la ciudad de Santo Domingo.
La Trinitaria como organización ligada a las luchas por la independencia, asumió diversas estrategias, sus integrantes se identificaban entre sí por medio de seudónimos para evitar sospechas de las autoridades haitianas, el grupo acordó usar sobrenombres en una especie de codigo, así Duarte era Arístides, Benito González era Leónidas, Ravelo era Temístocles y Alfau se conocía como Simón. En principio los partidarios de La Trinitaria que no formaban parte del grupo inicial, eran llamados “nominados” y entre los nominados se encontraban Francisco del Rosario Sánchez, Ramón Matías Mella y Tomás de la Concha.
Es importante destacar que Duarte tuvo solida formación religiosa, fue fundamentalmente católico y los registros muestran que fue bautizado en la iglesia Santa Barbara de la ciudad de Santo Domingo; su fe queda evidenciada en el postulado “Dios, Patria y Libertad” que por iniciativa suya fue puesto sobre el escudo nacional y el juramento trinitario, que reza: “En nombre de la Santísima, Augustísima e indivisible Trinidad de Dios Omnipotente, juro y prometo por mi honor y mi conciencia, en nombre de nuestro Presidente, Juan Pablo Duarte, cooperar con mi persona, vida y bienes a la separación definitiva del pueblo dominicano del gobierno haitiano, y proclamar una República libre, soberana e independiente de toda dominación extranjera, la cual tendrá una bandera tricolor en cuatro recuadros rojos y azules, atravesados por una cruz blanca. Mientras que nuestro lema llevara las palabras sacramentales, Dios, Patria y Libertad. Así lo prometo ante Dios y el Mundo, sí así lo hago, que Dios me proteja, y de no hacerlo, que me lo tome en cuenta, y mis compañeros me acusen de perjurio y traición, si los delato”.En el ideal trinitario de Duarte quedo delineado el proyecto de nación, que planteaba “patria libre, con igualdad para todos”. Mientras los trinitarios esperaban el momento oportuno para su proclamación, realizaba labores de concientización política y cultural. Las tareas conspirativas buscaban la expulsión del dominio haitiano, esa labor patriótica era disimulada, en la actividades culturales en las que se pronunciaban discursos políticos, a traves de obras dramáticas y se abordaban temas sociales, con la vista puesta en la juventud y en las ideas de independencia. La meta era romper los lazos de dominación política del gobierno haitiano sobre los vivian en la colonia española, que había quedado en un limbo tras la declaracion de la Independencia Efímera, o sea, los lineamientos trinitarios sirvieron para la formación de la nueva república y evitar que fuera absorbida por los intereses extranjeros, incluyendo Haiti, España, Francia y los Estados Unidos; las tendencias de los sectores dominantes de la epoca estaban dirigidas hacia los protectorados, de ahí la frase “libre, soberana e independiente de toda potencia extranjera”.
Con la ocupación haitiana en 1822, revivió la esperanza en el segmento conservador, de que la presencia del gobierno haitiano se superaría el estado de abandono en que había quedado la colonia, el Presidente Boyer hablaba de dinamizar la economía, lograr niveles importantes de modernización y distribuir los latifundios para convertirlos en pequeñas propiedades, haciendo asignaciones a los ciudadanos comunes. A la larga, lo que el gobernante perseguía era neutralizar las amenazas de Francia, en sus planes de recuperar la parte española para contribuir a anular la independencia de la República de Haití. Ese era el lado débil de la independencia haitiana, Francia y España habían acordado mediante un pacto entre sus gobiernos, para que los colonos del pasado recuperaran sus propiedades y disolviera la nación haitiana.
El Presidente Boyer logro convencer los sectores mulatos en lado español en la isla para que aceptaran la repartición de tierras en forma de conucos asignadas los desposeídos, las extensiones habían sido en el pasado latifundios de colonos españoles, fueron asignadas a se convirtieron en pequeños propietarios, esta medida dio popularidad del gobernante haitiano, su aceptación crecía en términos políticos. En 1843 el gobierno de Boyer tras dos décadas de mando mostraba signos de agotamiento y se formaron movimientos conspiradores en su propia nación, uno de sus opositores lo fue el general Charles Herard, cuyos actos sediciosos en Haiti, sin proponérselo, contribuyeron con la causa libertadora del lado español.
La noche el 27 de Febrero de 1844 por impulso de Ramón Metías Mella fue lanzado el trabucazo que dio inicio a la rebelión y fue proclamada la independencia. La historia de la epoca no es clara sobre la resistencia de los invasores a los actos del 27 de Febrero, una vez creada la nación dominicana, inicia entre los lideres en armas un debate, y se asentuan las corrientes conservadoras y anexionistas, en la que incluso participaron antiguos independentistas apartados del nacionalismo encarnado en los trinitarios; Juan Pablo Duarte debió enfrentar los disidentes de la independencia, que ahora buscaban alternativas anexionistas, eran los que no creían en la soberanía plena. De esa búsqueda de protección extranjera se desprende que las primeras autoridades dominicanas veían en la república Haiti y su gobierno una amenaza a la nueva nación, y preferian el tutelaje de un país poderoso como garantía en términos militares, pensaban que asi evitaban el regreso del ejercito haitiano al suelo dominicano.
Así transcurría el futuro de la República en 1844 y no tardaron en aparecer los traidores, los que echaron por tierra las ideas de la patria libre, soberana y con oportunidades para todos. La lucha de poder y las ideas proteccionistas se impusieron sobre el ideal trinitario en 1861 cuando la nación recobro el Estado colonial otra vez. Duarte permanecía exiliado en Venezuela, padecía limitaciones y sufría la disolución del país que con luchas y sacrificios había creado, fue la génesis de una guerra que tuvo un balance de miles de muertos, heridos, y mutilados para restaurar la República, y que culmino cuando las tropas extranjeras desocuparon el país en 1865 y otra lucha de clases entre dominicanos inicia muy apartada del pensamiento de Duarte.Al conmemorar el 200 aniversario del nacimiento de Juan Pablo Duarte, es imperativo que hoy cada dominicano se revise, que eche un vistazo hacia su pasado y reconozca que la apatía ha vivido con la Republica, que es deber de todos retomar la antorcha con las luces del ideal de Duarte para que sus destellos iluminen las almas quienes dirigen el destino de la nacion, y entiendan que ese ideal es el único camino para salvarla, la única senda hacia la felicidad total y absoluta del pueblo dominicano.
Gratitud eterna a la memoria del prócer Juan Pablo Duarte.