Por Jesús Méndez Jiminián.
Es Santiago, “ciudad singular, antigua e histórica, que todavía ostenta en sus ruinosas murallas y callejones cubiertos de hierba algunos vestigios de su antigüedad, sólo mitigada por las nuevas casas de piedra y revoque que se han construido en los últimos años”.
Samuel Hazard, norteamericano, en su visita a Santiago de los Caballeros, en 1871.
Dice don Román Franco Fondeur, en sus famosas “Minicosas” sobre Santiago de los Caballeros, que hacia 1760 era esta una villa en la que incursionaron invasores franceses, ingleses, y más tarde, bien entrado el siglo XIX, los haitianos, que en reiteradas ocasiones lograron invadirnos, hasta ocuparnos (1822-1844).
En otra de sus “Minicosas”, Franco Fondeur indica, que para 1764 el Alcalde Mayor de la Villa de Santiago, el señor Andrés Núñez de la Torra, “con la cooperación masiva del pueblo santiagués, logró que el Capitán Juan Bautista Ruguero, ingeniero militar, fortificara” en los cerros en donde hoy se encuentra ubicado el Parque Imbert, que para 1844, años posteriores, se llamó Fuerte de Dios.
A las fortificaciones levantadas por el señor Ruguero, se les dieron los nombres de “Los Fortines del Oeste de Santiago”, y se “constituyeron en la defensa santiaguesa contra el eterno agresor occidental, ya francés, ya haitiano”, señala don Román Franco Fondeur en sus escritos.
“Para 1844 estos fortines son bautizados con el lema trinitario de Dios, Patria y Libertad. El fuerte Libertad desapareció a finales del siglo (XIX, n. de j. m. j.) cuando fue construido el edificio del Asilo de Santa Ana (hoy Colegio Santa Ana, calle Colón con 16 de Agosto). El Patria, cuando en 1902-más o menos, dice don Román-, se alargó la calle Independencia, fue “desmoronado”. Quedaba en la parte inmediata Este- del patio del local (donde estaba anteriormente, n. de j.m.j)… la Junta Electoral… entre las calles Restauración e Independencia. Se dice- agrega don Román en sus citadas notas- que fue vendido por ochenta pesos como solar”, por aquellos años.
Y agrega, que: “En 1904 el Fuerte Dios fue salvado por Amado Franco Bidó”, pariente suyo, hijo de una distinguida familia de patriotas santiagueros. Don Amado, era por aquellos años, el director de una revista literaria que se llamaba “El Álbum”.
Más adelante, don Román apunta que su pariente, don Amado Franco Bidó, construyó el hoy Parque Imbert, “en lo que había sido el Fuerte de Dios conservando lo que de aquel fortín aún restaba. Dióle al Parque Imbert la forma de un fortín. Y como tal- sigue diciendo- protegido de paredes, fue utilizado por el general Marcos Monegro durante el famoso ‘Sitio de los Come Burros’”.
Siendo don Anselmo Copello presidente del Ayuntamiento de Santiago de los Caballeros (1932-1942), Trujillo hizo que fuese remodelado el Parque Imbert.
No hace muchos años el Parque Imbert fue sometido a nuevas remodelaciones, conservando su antigua apariencia de verdadero promontorio de defensa de la ciudad. Hoy constituye un auténtico símbolo de las luchas pasadas de los habitantes de esta hidalga ciudad de Santiago de los Caballeros. Se encuentra ubicado en las proximidades del Cementerio Municipal de la 30 de Marzo de esta ciudad.
Rutgers University, New Brunswick, Nueva Jersey, USA.
8 de abril de 2012.
El autor es escritor, ingeniero, miembro de la Academia Dominicana de la Historia y de la “Cátedra José Martí”, en la UASD.