Patriotas de la ocupación del 1916, olvidados por la historia.
José C. Novas.
A mediados de Mayo de 1916, cuando el general Desiderio Arias de rebeló en la fortaleza Ozama el hecho fue tomado por Estados Unidos como argumento para ordenar la ocupación del territorio nacional, invasion que ya estaba planificada de antemano; Arias se puso de acuerdo con los comandantes interventores extranjeros y recibió garantías para trasladarse a la ciudad de Santiago y allí entregar las armas, así ocurrieron los hechos.
Una vez los marines tenían su plan listo para invadir el territorio dominicano, montaron la iniciativa de desembarco por varios puntos, entre los pueblos escogidos, la ciudad dedes de Montecristi, Puerto Plata y Sánchez éste último en la bahía de Samaná. La selección de esos lugares no fue casual, los tres lugares poseían puertos, de Montecristi a Santiago existía una carretera y desde Puerto Plata y Sánchez operaban las líneas del ferrocarril central que comunicaba con importantes ciudades en el centro del Cibao, esa fue la estrategia.
La crónica tradicional sobre los desembarcos desde la costa Norte y Este dice poco sobre los primeros actos de resistencia contra la expedición de Estados Unidos que entraron al territorio dominicano para permanecer ocho años antes de que fueran forzados a retirarse del país. Las negociaciones con el general Arias iniciaron el 4 de Mayo de 1916, el caudillo liniero se puso de acuerdo con los comandantes y diplomáticos extranjeros para abandonar la capital en la madrugada del día 15 junto a sus hombres, armas y municiones, se dice que fue una fuga y que salio huyendo, pero en realidad fue que todo estaba escrito bajo un acuerdo previo.
Contrario a la actitud del general Arias, hubo dos gobernadores y un comandante de armas que se mantuvieron estoicos frente a la acción de las tropas extranjeras y aunque poco han reseñado los historiadores criollos sobre sus actos, lo cierto fue Apolinar Rey, Fidel Ferrer y Carlos Daniel le presentaron patriótica resistencia al poder más arrollador ejercito que ha conocido la historia moderna de América. Los hechos se produjeron en forma paralela desde el 1 de Julio en las ciudades de Puerto Plata y Sánchez, donde sus respectivos gobernadores Apolinar Rey y Fidel Ferrer dieron muestras de su valor ordenando a sus tropas combatir los invasores con toda la energía a su alcance. De igual forma el comandante de armas de Santa Cruz de Mao Carlos Daniel en la batalla de la barranquita, en la provincia de Montecristi.
El fuerte San Felipe fue blanco de un intenso bombardeo que desde las aguas del atlántico lanzaron lo buques de guerra USS Rhode Island y USS New Jersey, la destrucción fue tal, que el general Apolinar Rey ordenó a sus soldados replegarse a las montañas a combatir en forma de guerrillas. De igual modo actuó el gobernador de Samaná Fidel Ferrer, resistió desde la ciudad portuaria de Sánchez lo mas que pudo, hasta que finalmente se refugió en los cerros a combatir en forma de guerrillas. Lo ocurrido en la Barranquita es bien conocido gracias a la perseverancia de los habitantes de la zona que se han encargado de preservar su memoria.
Tanto Apolinar Rey, Fidel Ferrer como Carlos Daniel permanecen sumidos en el olvido de la conciencia nacional, a pesar del valor que mostraron en los momentos aciagos; en el caso del gobernador Ferrer, se sabe que perdió la vida en defensa de la soberanía cuando fue capturado por los invasores y ahorcado en una plaza pública del paraje de Hato Mayor.