Este relato parece sacado de una novela, pero no, les juro que como me lo contaron lo digo y no tengo porque dudar de quien me confió la ocurrencia. Al abrir la temporada de 1947 en las ligas mayores del béisbol el jardinero Jackie Robinson cruzó la barrera del color y por primera vez a un pelotero de origen afroamericano jugó pelota máxima en Estados Unidos. Existían las Ligas Negras como alternativa para los peloteros de origen africano, pero los ingresos en esa liga eran sustancialmente más bajos.
La escogencia de Jackie Robinson para que sea el primero en cruzar la barrera racial en la mayores produjo controversias, y aunque muchos se inclinaban por otros, el equipo Brooklyn Dodgers no se equivocó , ese primer año el versátil atleta bateó para promedio de .297, conectó 175 sencillos, 31 dobles, 5 triples, 12 cuadrangulares, impulsó 48, se robó 29 bases y sólo se ponchó 36 veces. Por su actuación en el terreno Jackie fue galardonado con el premio de novato del año.
Pero que pasó al siguiente año, aquí está la anécdota: el día 1 de Marzo de 1948 llegó a Ciudad Trujillo el sensacional pelotero Jackie Robinson, viajó a República Dominicana junto a su equipo Brooklyn Dodgers; el viaje fue para realizar entrenamientos de pre-temporada y participar en juegos de exhibición junto a figuras como Pee Wee Reese, Roy Campanella y Leo Durocher. Jackie Robinson y su equipo realizaron sus prácticas en el estadio de la escuela Normal Presidente Trujillo, mientras su contraparte Reales de Montreal lo hicieron en la ciudad de San Cristóbal.
Ambas novenas acapararon la atención de los fanáticos dominicanos aquellos días, pero el momento de mayor significación se produjo el 11 de Marzo, en el acto de inauguración del primer partido de exhibición entre los dos equipos, en medio de la ceremonia el Jefe fue sorprendido por una fanaticada delirante, la multitud presente en el estadio “Presidente Trujillo”, de la Escuela “Presidente Trujillo”, en “Ciudad Trujillo”, donde al generalísimo Trujillo debía lanzar la primera bola y los presentes tenían que gritar !Viva Trujillo!
Pero las cosas no ocurrieron como el Jefe esperaba. Al ser anunciado el dictador, los presentes le aplaudieron por varios segundos, normal para esas ocasiones, pero cuando fue presentado el novato Jackie Robinson a través de altavoces, los fanáticos se pusieron de pie en las graderías y le dispensaron una ovación que duró cinco minutos. El astro Jackie Robinson emocionado tomó su gorra en la mano y la levantó mientras las lágrimas se deslizaban en su rostro. Una persona muy ligada a mi familia, que era colaborador cercano del dictador y que estuvo presente ese día, contó frente a quien esto escribe, que el Jefe al ver tal reconocimiento, le comentó en voz baja y en forma de chiste a de sus cortesanos: “si se postula, me quita el puesto”.