El siguiente artículo lo escribí en Noviembre del año 2011, fíjese como se produce una coincidencia un año mas tarde en lo que plantea el mismo, el Museo de la Resistencia de República Dominicana anuncia la aparición de un expediente, que implica a los nombres que yo menciono en la nota; en realidad me satisface saber que se van aclarando las cosas. Veamos:
Ramfis: tras la masacre, la fuga.
Por: Por JOSE C NOVAS*
La historiografía no es clara los detalles de la fuga del hijo mimado del dictador Trujillo, en cuyo mandato sus familiares y amigos fueron privilegiados y acumularon una fortuna, de la que nunca se supo el monto, sus descendientes aun disfrutan la condición de millonarios. Han transcurrido varias décadas y los miembros de la familia trujillo siguen gastando sin control. Destacadas plumas nacionales y extranjeras atribuyen a Ramfis falta de vocación política, otros lo califican de Juan Tenorio, de lo primero tengo mis dudas, de lo segundo sobran las pruebas.
Hay quienes afirman que Ramfis era torpe en cuestiones de cultura, cosa que no se corresponde con el lenguaje que se percibe en las cartas escritas por Ramfis o si se toma en cuenta la categoría intelectual de los que fueron sus tutores en sus días de estudios. Los hechos a raíz muerte del padre de Ramfis y la forma que este partió hacia el exilio, en algunos aspectos fueron cubiertos por una espesa nube, y aun persisten dudas y suspicacias sobre su escapada
Largo seria el relato si se tratara de exponer la etapa turbulenta en que Ramfis asumió control de los cuerpos armados entre el 2 de Junio y el 18 de Noviembre de 1961 cuando avandonó el país en forma secreta. Todo parece indicar que a su viaje le precedió un plan cuidadosamente orquestado, puesto en tras el regreso de sus tíos Petan y Negro Trujillo, que fueron forzados a salir del territorio nacional mediante acuerdo con el gobierno de Balaguer y la OEA, a fin de que se levantaran las sanciones impuestas en San José, Costa Rica.
Resulta sorprendente que el dia 14 de Noviembre de 1961 Ramfis le notifico al Presidente Balaguer su renuncia como Jefe de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, la fecha coincide con el regreso de Negro y Petan Trujillo, ausentes desde el 5 de Octubre. Otros miembros de la familia Trujillo ya habían partido, incluso la viuda María Martínez, que partió en Agosto hacia Europa, y desde allí ejercía presión para que Ramfis y el resto de la familia salieran del país.
Resulta dudoso que la cúpula del gobierno, los cuerpos militares y policiales ignoraran el plan de Ramfis, pues para esos días fue abierta la sepultura donde estaban los restos de Trujillo, que fueron sacados de la iglesia de San Cristóbal. El periodista Bernard Diedrich afirma en su obra que cuando el párroco Mario Fernández demando una explicación sobre lo ocurrido en su parroquia, la respuesta del gobernador y a las autoridades militares de San Cristobal, fue “que no se preocupara”. Sacar el cadáver del país era el deseo de la viuda de Trujillo, y para ello contaba con Ramfis y con la colaboración del doctor Balaguer.
Al parecer, la ejecución del plan de Ramfis fue armado en varias fases, una de ellas fue desviar la atención de la opinión pública; la prensa anuncio proximo que el dia 16 de Noviembre, el general Ramfis y algunos de sus intimos se enfrentarían en un partido de polo cerca del Hotel El Embajador, al encuentro asistirían Porfirio Rubirosa y Khalil Haché según la reseña. Pero quizás el mayor montaje se hizo en torno a los prisioneros acusados de matar a Trujillo. Circuló el rumor de que el Presidente Balaguer le habría dicho a Ramfis “que le dejara el asunto de los conjurados resuelto”, era una referencia a la masacre con la que se despidió Ramfis matándolos a tiros en una finca en el poblado de Nigua y con seguridad después dio la orden para que los lanzaran al mar desde un helicóptero, como la costumbre, al lugar le llamaban “La Piscina”.
En todo esto Ramfis no actuó sólo, al crimen se unieron otros, entre ellos el mayor Américo Dante Minervino, jefe de la cárcel La Victoria, el jefe la Policía Marcos A. Jorge Moreno, ambos dedicaron el día 18 de Noviembre a despachar mensajes, en una especie de va y ven con el fiscal del Distrito Nacional Fabio Rodriguez, para justificar los movimientos de los detenidos, todo esto ocurrió el dia 18 de Noviembre, antes de que se ejecutara la masacre en la Hacienda María de Nigua.
No se sabe con certeza quienes eran los presentes durante la orgía de sangre, se ha especulado sobre ello, pero no se necesita ser genio para suponer quienes eran, ya que en aquellos días no se apartaban de Ramfis el coronel Luis José León Estévez, Fernando A. Sanchez hijo, Gilberto Sanchez Rubirosa, Cesar A. Saillant y el mayor Octavio Balcárcer, esa gente con alta probabilidad fue testigo cuando Ramfis accionaba los gatillos para cegar la vida de los conjurados del 30 de Mayo; Ramfis se coloco por encima de la Ley. Al día siguiente, o sea el 19 de Noviembre, la prensa anuncio que los prisioneros habían escapado, que despojaron de sus armas a los policías que los custodiaban y que los agentes aparecieron muertos en una carretera de la ruta hacia La Victoria. Tres personas ajenas a los hechos pagaron con sus vidas, en lo que aparenta fue parte del plan de Ramfis y sus malandrines, a esas víctimas no les reconoce el sacrificio de sus vidas, todo indica que fue una conspiraron. Pero hubo mas, al conocerse sobre la fuga de Ramfis, el jefe de la Aviación Militar en Santiago, íntimo de Ramfis, miembro de su Estado Mayor y antiguo jefe del centro de torturas en la “Cárcel del Nueve”, se pronunció contra los Trujillos y ordenó un bombardeo a la pista de la base aérea de San Isidro, quedando esta parcialmente destruida. Lo sorprendente es que no hubo respuesta al ataque a pesar ese que era el recinto militar con mejores recursos y estaba dotado con un radar para detectar cualquier ofensiva aérea.
El Presidente Balaguer y el general Ramfis mantuvieron vínculos estrechos desde el regreso apresurado de Ramfis de Francia donde fue informado sobre la muerte del dictador; hasta la noche de su partida el 18 de Noviembre de 1961 mantuvo una relación intensa por asuntos del gobierno con Balaguer. El Dr. Balaguer afirma en sus Memorias de un Cortesano de la Era de Trujillo, que desconocía las intenciones de Ramfis respecto a los prisioneros que fueron acusados la muerte de su padre.
Resulta aun mas sospechoso, que al producirse la partida de Ramfis, el Presidente Balaguer designo como Secretario de Estado de las Fuerzas Armadas al general Pedro Rafael Ramón Rodriguez Echavarría, quien hasta esos días obedecía con absoluta lealtad a Ramfis, y la impresión que se desprende es que el general Rodriguez Echavarría era parte del montaje, del cual Ramfis y Balaguer quizás eran los guionistas, aunque no se tratara del argumento para una película, y si parte de la historia del pueblo dominicano.
*EL AUTOR de este artículo es comunicador e historiador. Reside en Nueva York.