Aprender con la Historia

Fuego en La Maya, sangre en Alto Songo.

.
General Quintin Banderas.

Por José C. Novas.

Cada vez más la lectura me convence sobre la similitud que guardan algunos hechos del pasado histórico de nuestros pueblos; la nota que ahora me ocupa tuvo su origen el estudio de eventos ocurridos en la isla de Cuba a mediados de 1912, aseguro que he leído casos parecidos a estos, y que han pasado en otras latitudes de nuestra desdichada América continental.
La isla fascinante,(como una vez la describió el genio de las letras dominicanas Juan Bosch, en una obra literaria), obtuvo su libertad en 1902 tras el Tratado de París, fue precedida por una larga lucha en la que miles de combatientes cubanos y de otras tierras murieron, esa libertad, independencia o soberanía es inherente a todo pueblo o ser humano. Conquistada la libertad cubana y organizada la República, afloraron los intereses particulares, de partidos y de grupos raciales, éstos últimos, con razón reclamaban “que eran impedidos de formar parte en posiciones del gobierno” en el país por el que tanto se sacrificaron.
Por un lado Estados Unidos tenía su agenda diseñada sobre lo que debía ser el manejo de Cuba como nación, por la naturaleza segregacionista de la sociedad norteamericana, ese plan chocaba con las exigencias de los negros y mulatos que habían combatido para lograr el sueno de su nación libre, soberana y con oportunidades para sus ciudadanos. El sector predominante de ascendencia española con acceso a los poderes del gobierno se inclinaba a favor de los criollos descendientes de los antiguos colonizadores españoles, al tiempo que negaban oportunidades a un gran segmento de la población, cuyo linaje provenía de los antiguos esclavos en la isla.
Hubo casos notables que llaman la atención, ya que algo parecido ocurrió en otros pueblos de América con historia similar a la de Cuba; el más dramático ejemplos cubano lo encarna el general Quintin Banderas, un veterano de todas las revueltas del proceso de la guerra de independencia de Cuba, que cuando fue lograda y siendo Presidente Estrada y Palma, fue asesinado por la Guardia Rural organizada por Estados Unidos, o sea que ese cuerpo armado fue usado para apagar los reclamos a favor de la gente de color, que entendía que por sus luchas, merecían la participación que el gobierno les negaba. El ejecución sumaria del anciano general Quintin Banderas ocurrio cuando contaba la edad de 72 años, el hecho conmocionó la isla y motivó la formación de un partido para la defensa étnica, que encendió el debate sobre si los grupos raciales debían ser representados por partidos políticos en los asuntos públicos.
Fue entonces que los combatientes Evaristo Estenoz, Pedro Ivonet y Gregorio Surín formaron el Partido de los Independientes de Color; la creación de esta organización política desató un enfrentamiento entre facciones político-raciales bajo el auspicio del Presidente José Miguel Gómez; se aprobó una ley que prohibía los partidos de esa naturaleza y la pugna terminó en una guerra de consecuencias funestas. Con la muerte violenta de Pedro Ivonnet y Evaristo Estenoz, en medio de un llamado a las luchas contra la segregación en 1912 culmino la historia. Ese episodio del pasado cubano se conoce como “La guerrita de las razas”, y tuvo balance en muertos que sobrepaso los seis mil, la mayoría gente de color, además convirtió en cenizas los poblados de Alto Songo y La Maya, en la isla del grande José Martí.

Notice: Undefined variable: args in /home/cnovas2k/escrutiniodigital.com/wp-content/themes/volt/functions.php on line 478

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *