La telaraña del chivo.
El chivo tenía su telaraña.
Por José C. Novas.
“Mataron al chivo” fue un merengue surgido en 1961 a raíz de la fuga de la familia Trujillo, cuando la nación dominicana al no soportar mas la represión se lanzó a las calles a exigir sus libertades; la popular pieza musical fue inspirada en una clave de los conspiradores que participaron en el magnicidio para avisarla a los demás sobre el éxito de la emboscada: “tenemos el chivo para el sancocho”.
He leído con especial interés la obra titulada “La telaraña cubana de Trujillo”, dos tomos escritos en base a una exhaustiva investigación del reputado historiador cubano Eliades Acosta Matos, publicación editada bajo auspicio del Archivo General de la Nación de República Dominicana.
Parece que a partir de esta obra nos encaminamos al esclarecimiento de muchos aspectos sobre ese periodo de gobierno, pues el trabajo de Acosta Matos a mi juicio confirma lo que en su momento planteó el historiador dominicano Américo Lugo, en el sentido de que “sólo el tiempo es capaz de revelar la verdad sobre un hecho o etapa, sin el temor o influencia de testigos que trastoquen la exposición de los mismos”.
Se ha escrito mucho sobre Trujillo y su mandato, la literatura sobre su régimen es profusa, pero la verdad sea dicha, no todo lo concerniente a esa etapa la historia se ha divulgado. Hay quienes han planteado que Trujillo fue llevado a la condición de tirano por la intelectualidad dominicana de su generación, esa verdad es parcial y Eliades Acosta cita con documentos la complicidad de algunos de sus colaboradores. La telaraña cubana de Trujillo agrega nuevos elementos y demuestra que Trujillo desde el inicio tenia definido su plan en lo referente a la construcción de obras públicas, la aplicación de terror, represión y permanencia en el poder.Quienes han leído “Memorias de un cortesano de la Era de Trujillo” de Joaquín Balaguer, “La Era de Trujillo, narraciones de don Cucho” de Virgilio Alvarez Pina o el libro de Angelita Trujillo, “Trujillo mi padre en mis memorias” por solo citar tres, podrían pudieran tener la percepción de que Trujillo fue seducido por el fanatismo de sus seguidores para que actuara de la forma que lo hizo, el libro de Eliades Acosta Matos demuestra en forma irrefutable, que al menos el terrorismo de Estado con el que operó el dictador dentro y fuera del país no fue un asunto casual ni de sugerencias de colaboradores.Hay multiples ejemplos como pruebas contundentes de asesinatos en distintas épocas entre 1930 y 1961, como fueron los casos de Virgilio Martínez Reyna y su esposa embarazada, Sergio Bencosme, Mauricio Báez, Francisco Requena o las hermanas Mirabal, ello demuestra que desde el inicio hasta el fin Trujillo operó bajo un plan represivo desde el poder para sustentar su gobierno, como bien lo expone Eliades Acosta Matos en La telaraña cubana de Trujillo.
El autor en su definición sobre los referentes que sustentan el trabajo afirma haber descubierto “una mina de datos” y ciertamente en lo que plantea agrega una cadena de informaciones de primera mano, nunca antes reveladas, de manera que La telarana cubana de Trujillo tiene el potencial para convertirse en un importante referente a ser usado por los estudiosos de la Era de Trujillo y sus interioridades.
