Por Jesús Méndez Jiminián
“Mientras el pueblo dominicano sepa estremecerse de emoción al escuchar el himno de José Reyes, podrá afirmarse que en él palpita el sentimiento de la nacionalidad el honor”.
Max Henríquez Ureña.
A la actriz y comediante dominicana, residente en el Alto Manhattan, Amalia Tavárez.
Algunos autores dominicanos han reseñado, que “La palabra himno originalmente designaba al canto interpretado en honor de los dioses”. O también, a una “composición poética de tono solemne en alabanza de algo, por ejemplo: Himno a Dios, a la Virgen, a la patria.”
El concepto de himno nacional como tal viene, en consecuencia, a ser el “símbolo oficial de la patria, utilizando por lo general en las ocasiones ceremoniales de la nación y para la representación de ésta en los eventos internacionales (“`). Está destinado a ser cantando masivamente, al unísono, para unificar en el mismo propósito y entusiasmo a los que lo cantan. Expresa el fervor patriótico, y en la forma y las imágenes utilizadas en su texto se pone de manifiesto el carácter nacional de la época en que ha sido escrito”.
Así, nuestro himno nacional fue escrito con posterioridad a algunos sucesos históricos de singular relevancia para el pueblo dominicano: las luchas heroicas de muchos soldados contra el invasor haitiano en las campañas de 1844,1855 y 1856; la Anexión a España proclamada por el general Santana el 18 de marzo de 1961; el fatídico gobierno de los Seis Años de Buenaventura Báez, quien durante este periodo (1872-1878) puso a la disposición de los Estados Unidos de América, la bahía de Samaná; y finalmente, en medio de la dictadura de Ulises Heureaux, Lilís, que se prolongaría hasta 1899 con su ajusticiamiento.
Es necesario recordar, que nuestro Canto a la Patria es obra del músico capitaleño José Reyes (1835-1905) y del poeta puertoplateño Emilio Prud’ homme (1856-1932); este ultimo, adversario político del régimen de su compueblano Lilís.
La primera vez que fue cantando nuestro himno nacional ocurrió el 17 de agosto del 1883, es decir, al día siguiente de Prud` homme haber publicado la primera versión de sus versos, en el seminario capitaleño El Eco de la Opinión. Esto tuvo lugar en medio de una celebración en la sociedad cultural La Esperanza, en Santo Domingo, en el vigésimo aniversario del inicio de la Guerra Restauradora.
“Acerca de su origen, José Reyes declaró en una ocasión que habiendo llegado a sus manos el Himno Nacional argentino, publicado en el periódico parisino El Americano, sintió el deseo de hacer una comprensión análoga para su país y con tal motivo, en 1883, invitó a su amigo Emilio Prud` homme a que escribiera un himno a la patria, para él ponerle la música. Poco tiempo después, el poeta Prud`homme escribió las estrofas y el músico compuso su himno”
José Reyes fue soldado del ejército dominicano “para la tercera campaña de la Independencia, en 1855”, y precisamente había estudiado música bajo las sabias instrucciones del maestro Juan Bautista Alfonseca, a la sazón director de la banda militar de la época.
“Seis meses después- de aquel 17 de agosto de 1883, n.de j.m.j-, en una convención de prensa presidida por el director de “El Mensajero” en el teatro “La Republica” como un homenaje a Duarte se tocó nuevamente el himno de Reyes. La banda militar del maestro Betances… lo interpretó por tercera vez en 1885 y fue muy ovacionado”.
Se dice, que en ocasión de celebrarse una de nuestras fiestas patrias el himno de José Reyes iba a ser tocado, pero Lilís ordenó que se tocara la Marsellesa. Sin embargo, pese a todo, en 1896, se solicitó fuera consagrado como “Himno Oficial Dominicano” las letras compuestas por Prud`homme con música de José Reyes. Pasarían muchos años más, para tan trascendental y oportuna decisión, aunque este himno seguía ganando adeptos, a tal punto, que en 1897 fue entonado para la inauguración del ferrocarril Puerto Plata – Santiago.
“Aunque el presidente Ulises Heureaux no convirtió en ley esa resolución del Congreso (la presentada el 30 de abril de 1897 por el diputado Rafael García Martínez n.de j.m.j)- probablemente motivado por su disgusto con la vertical actitud de Emilio Prud`homme frente a su gobierno dictatorial- ello no impidió que el pueblo dominicano mantuviera su preferencia por este himno, que se siguió interpretando en los actos oficiales”.
Hay quienes acertadamente han interpretado, que en una de las estrofas del himno nacional, el poeta Prud`homme “…llama a Pedro Santana (aunque sin mencionarlo, n. de j.m.j.) inconsulto caudillo, porque al anexar el país a España, el aguerrido general ignoró a los mejores dominicanos que le aconsejaban convocar un plebiscito que sancionara esa trascendental decisión. A este hecho bochornoso que empañó el brillo de las gloriosas jornadas independentistas (…) contrapone el grito de Capotillo, el 16 de agosto de 1863, cuando un grupo de dominicanos enarboló en el Capotillo español la bandera nacional y llamó al pueblo dominicano a las armas, dando inicio así a la Guerra de Restauración”. La estrofa en alusión es la siguiente:
“Y si pudo inconsulto caudillo
De esas glorias el brillo empañar,
De la guerra se vio en Capotillo
La bandera de fuego ondear”.
En la estrofa siguiente dice nuestro himno:
“…el incendio que atónito deja
De castilla al soberbio león”.
Hace referencia a los valientes dominicanos, que utilizaron en la Guerra de la Restauración la estrategia de Mella, de incendiar los campos “que iban dejando atrás y no podían defender” los soldados restauradores. Era la campaña de “tierra arrasada”, que luego exitosamente puso en marcha, en Cuba, el Generalísimo Máximo Gómez.
“Los españoles, simbolizados en estos versos por el soberbio león de Castilla, en 1865 se vieron forzados a abandonar el territorio dominicano”, volviendo a ondear nuevamente nuestro pabellón tricolor.
Seria, finalmente el 30 de mayo de 1934 cuando Trujillo ejerciendo la presidente de la Republica, mediante la Ley No. 700, declararía como himno oficial de los dominicanos el compuesto por el maestro José Reyes con letras del educador y poeta Emilio Prud’ homme. De esta obra, el propio Prud’ homme llegó en una ocasión a decir, que era “una acción de gracias” con la que se obliga “el patrio amor bizarro a prestar la potencia de sus brazos y a ofrendar hasta la última gota de su sangre para nunca perder la patria”.
El gran intelectual dominicano Don Américo Lugo, en cierta ocasión, refiriéndose al poeta Prud’ homme dijo de él lo que copiamos:
“…era además de poeta un patriota y pudo captar del pueblo el sentimiento de lo heroico (…). Su obra más notable es la enseñanza; pero el himno es la más querida…”.
Refiriéndose al maestro José Reyes, por otro lado, don Max Henríquez Ureña expresó estas conmovedoras palabras:
“Mientras el pueblo dominicano sepa estremecerse de emoción al escuchar el Himno de José Reyes, podrá afirmarse que en el palpita el sentimiento de la nacionalidad y del honor”.
Nuestro himno, como acertadamente señalara el profesor José Medina:
“…es una poesía que exalta la libertad; es un canto en el que ensalzan las glorias de la patria, y se hace promesa de defender su integridad y ofrendar la ultima gota de sangre para mantener su dignidad”.
Santiago de los Caballeros, R.D.
8 de marzo del 2012.
El autor es ingeniero, escritor, miembro de la Academia Dominicana de la Historia y de la “Cátedra José Martí”, en la UASD.